MODA SUSTENTABLE

La moda juega un papel importante en la economía global,  según datos de FashionUnited la industria de la moda tiene un valor de poco más de 300 billones de dólares y representa el 2% del PIB mundial. Por desgracia, este éxito tiene un alto costo ambiental que ha llevado a grandes empresas en la industria de la moda a tomar cartas en el asunto.

Últimamente, ‘moda sustentable’ es un término que cada vez se usa más porque todos somos más conscientes del serio impacto ambiental que tiene nuestra ropa.

Es un término general para crear ropa y consumirla de una manera que pueda literalmente sostenerse, mientras se protege al medio ambiente y a quienes producen las prendas. Por el bien de nuestro planeta ya hay nuevos materiales que dependen de menos recursos para su fabricación y tienen ciclos de vida más largos y que además, grandes empresas están utilizando. Banana Republic, por ejemplo, está utilizando Lyocell para la fabricación cada vez más de sus productos. Esta fibra textil está hecha de pulpa de madera y tiene un bajo impacto ambiental en su producción y procesamiento.

Desde el año 2015, H&M también ha ido innovando en las fibras con las que se fabrican sus nuevas colecciones, que están hechas a base de piezas pequeñas de plástico, cristal reciclado o mezclilla reciclada. También tienen puntos de recolección de ropa usada en sus tiendas, lo cual representa una buena oportunidad para aumentar las tasas de reciclaje de textiles.

Aquí te mostraremos tres marcas mexicanas que fomentan la sustentabilidad.

1-. Carla Fernández

Carla Fernández Tena, es una diseñadora de moda e historiadora cultural que se dedica a documentar, preservar, revitalizar y mantener la vigencia contemporánea del rico legado textil de las comunidades indígenas de México. Combinando la pasión que siente por las prendas bellas con un profundo respeto por los artesanos y comunidades que confeccionan textil tradicional, Fernández fundó una empresa ética y sostenible que posee una marca de ropa y un estudio de diseño móvil único. Carla Fernández promueve los procesos de producción responsables con el medio ambiente, al igual que el desarrollo económico de los artesanos indígenas y sus comunidades, asegurándose de que los trabajadores sean reconocidos y se les pague por su propiedad intelectual. 

2-.Amor y Rosas

Es una marca desarrollada por Debra y Laura, en la que se diseñan prendas de la mano de artesanos de comunidades indígenas en México. Las prendas apelan a mujeres que buscan piezas innovadoras de calidad y con el toque de detalles hechos a mano.

Blusas de popelina blanca que tienen figuras de bordado elevado de Chenalhó, otras rellenas en colores encendidos como los huipiles de las mujeres de Zinacantán, cada una de las prendas es un esfuerzo por generar ingresos justos a poblaciones que viven en condiciones históricas de pobreza, y cada una de ellas tiene en su etiqueta la historia de la técnica y el artesano que la trabaja. 

Además, tiene injerencia en diferentes comunidades de artesanos, pues no están solo en Chiapas, también está en Hidalgo con artesanos Otomíes y en Tuxtepec, Oaxaca, y trabaja con fibras recicladas y textiles de desecho. 

Habría que empezar a conocer la historia de lo que nos ponemos y entonces comprar a conciencia.

3-.ONI Original

Sara Sacal tiene como objetivo fabricar calzado y bolsos con materiales amigables con el medio ambiente, además de formar alianzas con con comunidades indígenas quienes producen los diseños textiles que son utilizados en estos productos, es una empresa social que apoya distintas causas

Genera una cadena de valor en todos los procesos, ya que va desde reciclar y cuidar al planeta, apoyar a comunidades de artesanos hasta generar acciones increíbles para el medio ambiente con sus ventas. Cabe mencionar que la empresa, además de ayudar con su producto, participa en distintas causas como la siembra de árboles, la creación de huertos en casas hogares, donación de despensas, entre otras. 

Esta empresa es un claro ejemplo de las ventajas de tener productos sostenibles, en los que todos los involucrados tienen la posibilidad de crecer y tener un trabajo digno, con una remuneración justa.